domingo, 27 de febrero de 2011

La montaña!

Hoy no voy a cantarle al sol, ni al mar, ni a las estrellas, ni a casitas de muñecas. Hoy sólo quiero contar cómo me siento, estoy viviendo un día en blanco y negro. Así, que NO me vengan a hablar de amor porque yo soy un monumento al malhumor. Y mi sonrisa siempre fue una mala actriz, ¿cómo puede una ciudad estar tan gris? Hoy no hay metáforas, voy a ser sincera, las cosas no me están saliendo como quiero. Es una tarde en la que siento que una fiesta seria dormir treinta y cinco años la siesta. De vez en cuando caigo en estos agujeros. Pide licencia el humor que siempre tengo, soy mil de azúcar para una sola de sal. Tengo derecho yo a sentirme un día mal.






No hay comentarios:

Publicar un comentario