jueves, 11 de febrero de 2010
Yo no soy quien ,   para hablar mal de nadie.   Pero Osvaldo,   era un irrespetuoso,   un increíble hijo de puta,   un ignorante, mentiroso,   un avaro, mal criado,   un jodido hinchapelotas,   un estúpido, un tarado,   un sorete mal cagado, drogadicto y maricón. Osvaldo era un inoportuno,  tan feo como la mierda,   medio gil, medio boludo,   inconstante, insolente,   un corrupto malicioso,   una bosta indecente, un creido fastidioso,  un deficiente mental.   Osvaldo, era un vago perezoso  , un ingerto intolerable, un abusador, un flojo, imperfecto en todos lados, un ser tan desagradable,  insoportable tacaño pasa a ser imperdonable, altanero, estafador.   Menos mal que no lo conocí   agradezco nunca haberlo visto   ni haberme cruzado con el   ni haber oido hablar de él  ni de su forma de ser. Yo sólo sé que Osvaldo   era un arrogante sucio, un inmoral incurable, un incoroso indesiable, para nada razonable, un inexpresivo infame, irresponsable indignante, indisciplinado inepto, indiscreto, incumplidor. ¿Y que pasa si ya no es así? Y capaz que no nos damos cuenta   no permitas que hable mal de mí aunque todos diferentes sean   sangramos igual.   
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